"El mapa es una invención reciente, llegó después de la invención de los barcos, que llegaron después de la invención del hombre, que llegó después de la invención del azul del mar. Antes de que existieran los mapas, el ser humano habitaba el mundo y lo recorría, lo vagabundeaba; tras la invención del mapa, pudo explorarlo, analizarlo, conocerlo. El mapa no hizo posible el viaje, que ya lo era, ni siquiera lo hizo más fácil; permitió, eso sí, imaginarlo antes de llevarlo a cabo y relatarlo una vez concluido. Con todo y contra nuestras legítimas fantasías literarias, la gran revolución del mapa no tiene que ver con el movimiento; al contrario, el mapa es el que nos permite identificar donde nos encontramos, reivindicar nuestra quietud frente al incesante flujo de la naturaleza y establecer un orden artificial: estamos aquí.”
El taller persigue, mediante la utilización de los recursos iconográficos propios de la cartografía, dibujar un relato plástico anclado a la experiencia.